La Economía Política es la ciencia
de las leyes sociales que rigen la producción y distribución de los medios para satisfacer las necesidades humanas (consumo). Ahora bien,
¿qué significa esto?
Marx nos dice que si las cosas fueran de la manera como se presentan, la ciencia entera sobraría. En este sentido, la ciencia pretende precisamente dar cuenta de aquello que no está a simple vista, de las leyes sociales que rigen detrás de las prácticas regulares de los seres humanos. Estas leyes presuponen la existencia de acciones humanas que se repiten en forma regular en un contexto histórico y en una sociedad determinada. En cuanto a la producción, ésta consiste en un proceso mediante el cual los humanos trabajamos y transformamos los recursos naturales para obtener bienes y servicios. Por su parte, la distribución es el mecanismo que establece cómo se han de repartir esos bienes y servicios entre los consumidores. Por ejemplo, el modo más difundido actualmente es el mercado, libre intercambio mediado por el dinero.
Por último, desde los más antiguos orígenes, los hombres hemos demostrado no poder satisfacer nuestras necesidades humanas de manera individual (sean estas bienes materiales o servicios intangibles), sino que para ello nos organizamos de manera colectiva.
La Economía Política no es neutral. Hablar de ciencias sociales implica conectar la ciencia económica con la historia y con la sociedad. Para hacer esta operación es imprescindible pensar que no existe una esfera económica constituida por los individuos que realizan intercambios en los mercados que sea independiente de una esfera política compuesta por las decisiones que se adoptan desde la esfera estatal. En efecto, cada modo de organización económica que se defienda, cada modo de producción y distribución, cada apreciación sobre las necesidades humanas, conlleva un posicionamiento político.
Marx nos dice que si las cosas fueran de la manera como se presentan, la ciencia entera sobraría. En este sentido, la ciencia pretende precisamente dar cuenta de aquello que no está a simple vista, de las leyes sociales que rigen detrás de las prácticas regulares de los seres humanos. Estas leyes presuponen la existencia de acciones humanas que se repiten en forma regular en un contexto histórico y en una sociedad determinada. En cuanto a la producción, ésta consiste en un proceso mediante el cual los humanos trabajamos y transformamos los recursos naturales para obtener bienes y servicios. Por su parte, la distribución es el mecanismo que establece cómo se han de repartir esos bienes y servicios entre los consumidores. Por ejemplo, el modo más difundido actualmente es el mercado, libre intercambio mediado por el dinero.
Por último, desde los más antiguos orígenes, los hombres hemos demostrado no poder satisfacer nuestras necesidades humanas de manera individual (sean estas bienes materiales o servicios intangibles), sino que para ello nos organizamos de manera colectiva.
La Economía Política no es neutral. Hablar de ciencias sociales implica conectar la ciencia económica con la historia y con la sociedad. Para hacer esta operación es imprescindible pensar que no existe una esfera económica constituida por los individuos que realizan intercambios en los mercados que sea independiente de una esfera política compuesta por las decisiones que se adoptan desde la esfera estatal. En efecto, cada modo de organización económica que se defienda, cada modo de producción y distribución, cada apreciación sobre las necesidades humanas, conlleva un posicionamiento político.
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
ResponderEliminarTu prólogo es totalmente erróneo. Pura basura que quiere explicar o introducir a los desastres económicos llevados a cabo por la casta política.
ResponderEliminar