La Hiperinflación
La inflación, por si misma, no necesariamente es un mal signo, sino que si es controlada y los salarios aumentan a la par, es parte del crecimiento económico. El problema, justamente, nace si los salarios no acompañan ese aumento general de precios, si no hay crecimiento económico, y si el índice de inflación se dispara y se vuelve incontrolable.
Hay diferentes motivos que pueden originar inflación:
1) Como vimos recién, el crecimiento de una economía genera inflación. Esto porque se produce más, hay más dinero circulando, se demandan más productos, y ante esa demanda los precios suben.
2) Una segunda forma de que se genere inflación es la falta de confianza en una economía. Siempre que haya una importante inestabilidad (jurídica, institucional, económica, etc), la gente naturalmente deja de confiar en su propia moneda, con lo que inmediatamente busca otra moneda “fuerte” (como el dólar), para tener las seguridad de mantener su dinero. Esto genera una descomunal demanda de dólares, con lo cual su valor sube, mientras que el del peso baja.
3) Un tercer modo, es cuando los países no tienen dinero suficiente para pagar sus deudas y sus gastos corrientes, y recurren a emitir moneda. O sea, le piden a su Banco Central que fabrique billetes. Esta opción puede ayudar a salir de un apuro cercano, pero a largo plazo quita confianza a la economía del país (ya que ese dinero no nace de un aumento de la riqueza real, más bien ficticia, le quita confiabilidad). Al mismo tiempo, mientras hay más dinero circulando (y por tanto más demanda y aumento de precios), en este caso esto no se debe a que la economía esté creciendo.
En fin, a fines de la década del ´80, la Argentina combinó el segundo y tercer tipo de inflación, pero al punto de perder su control absolutamente. Los precios subieron a niveles jamás imaginados, alcanzando tasas inflacionarias del 300% anual. El pico hiperinflacionario tuvo lugar en 1989, forzando incluso a que el presidente Alfonsín debiera entregar anticipadamente el gobierno al nuevo presidente Menem.
La Convertibilidad o el “1 a 1”
El presidente Menem, luego de dos años encontró la solución a la hiperinflación en la ley de Convertibilidad de 1991. Esto quería decir, que a partir de entonces la moneda argentina podría convertirse en dólares a un valor fijo. Por otro lado, Menem creó una nueva moneda nacional que reemplazó al anterior Austral: a partir de entonces el peso argentino pasó a valer lo mismo que un dólar norteamericano.
¿Cómo se garantizaba que esto fuera así? Esta ley de convertibilidad, exigía que el Banco Central de nuestro país guardara un respaldo en dólares por los pesos que circularan entre la gente. O sea, el Banco Central ya no podía fabricar nuevos billetes para cubrir sus gastos si no le alcanzaba el dinero, ahora estaba obligado a conseguir primero los dólares para respaldar esos pesos.
La ley de Convertibilidad consiguió lo que por entonces parecía un milagro, y que era controlar la hiperinflación. A partir de entonces y por los siguientes 11 años, la inflación pasó a ser mínima. En este escenario, se normalizó el funcionamiento del capitalismo y la vida diaria de los argentinos. Sin esa estabilidad, se volvía imposible planificar una inversión, la compra de una vivienda en cuotas, etc.
Ahora bien, también tuvo consecuencias muy negativas. Si por la cantidad de pesos que circulaban tenía que haber un respaldo en dólares, ¿de dónde salieron esos dólares?. En un principio, muchos de ellos salieron de la venta de empresas estatales, pero más adelante, cuando ya no hubo nada más que privatizar, esos dólares se consiguieron por medio de un peligroso camino: el endeudamiento. Argentina ya era un país fuertemente endeudado y a partir de la nueva deuda que la Convertibilidad le generó, la deuda externa del país pasó a ser impagable. Al poco tiempo, ya ni siquiera se lograba pagar las cuotas de la deuda, sino que apenas se conseguía pagar los intereses de esa deuda. Imagínense lo que implica esto para un país subdesarrollado como el nuestro, teniendo tantas urgencias a las que atender, toda riqueza se destinaba en su mayoría al pago de una deuda. Lo peor de todo fue que para pagar esa deuda, se buscaban nuevos préstamos, con lo que la deuda se pagaba con más deuda!!
Por último, en clase vimos que hay quienes se beneficiaron y quienes se perjudicaron con la Convertibilidad. Entre los que se beneficiaron encontramos a los bancos (porque la estabilidad económica fue propicia para otorgar nuevos créditos), y a los importadores (porque traían productos que compraban en países mucho más baratos, y, al venderlos en la Argentina, conseguían ganancias en dólares). Entre los principales perjudicados ubicamos a los exportadores y a la industria nacional. Esto porque si los precios de nuestro país estaban en dólares, los costos de producir algo acá eran demasiado altos y, en cambio, era mucho más fácil importarlos. Por último, el hecho de que quebraran las empresas nacionales hizo que cada vez aumentara más la cantidad de desocupados en el país.
En definitiva, el “1 a 1” fue una política inicialmente exitosa para controlar la inflación, pero sus largos 11 años de duración hicieron severos daños al país.
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ResponderEliminarGracias!
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