Hemos visto que el neoliberalismo creía necesario achicar el Estado, de manera de reducir la cantidad de demandas sociales que se le hacían, pensando que además el Estado debía dejar de intrometerse en cuestiones económicas para dar lugar a las empresas privadas. Por otro lado, el neoliberalismo fue un nuevo modo de pensar la economía que buscó salvar el capitalismo, haciendo reformas para volver a recuperar la rentabilidad del capitalista, sin que el Estado lo entorpeciera.
La privatización de empresas públicas en la Argentina, entonces, formó parte de estas reformas neoliberales. Implicaba que el Estado se desprendiera de aquello que le causaba problemas. Por otro lado, varias de estas empresas requerían de grandes inversiones de capital para poder modernizarse (como ser el caso emblemático de Entel, la prestadora de servicios telefónicos), algo con lo cual el Estado no contaba. Al mismo tiempo, los fondos que se obtendrían a partir de la venta de esas empresas estatales, serían destinados a pagar la deuda del país y a cubrir los gastos que tenía el Estado (evitando generar inflación). Además, se creía que el achicamiento del Estado iba a “disciplinar” a los trabajadores, de manera que no pidieran tanto del Estado (al modo de recuperar la desigualdad que el capitalismo necesita para funcionar).
La mayoría de estas privatizaciones tuvo lugar durante el gobierno de Menem (1989-1999). Sin embargo, hay que recordar que hubo una fuerte presión de los grandes capitales internacionales para que esto se hiciera, siendo que la Argentina era (y es) un país sumamente endeudado, condicionado por esa deuda y dependiente de la economía mundial porque no posee una fuerte industria propia
La privatización de empresas públicas según Rep:
Acaso se preguntarán por qué la gente común aceptó todas estas medidas, si acaso generaron gran cantidad de desocupados y la pérdida de aquello que a todos nos pertenece (la venta del patrimonio del Estado, en definitiva implicó que tengamos un Estado menos rico). Lo cierto es que la hiperinflación y la inestabilidad económica general tuvieron algo que ver, ya que requerían algún cambio drástico que lograra cierta tranquilidad para la vida. Además, se contaba con una fuerte presión internacional que sugería que la solución a los problemas argentinos (y latinoamericanos) era por la vía de la privatización, del congelamiento de los salarios, etc.
Otra pregunta que podemos hacernos es, ¿por qué finalmente las privatizaciones no lograron mejores servicios y ganancias para el país? Como varios de ustedes vieron en sus entrevistas, pasó que la venta de muchas de estas empresas se hicieron bajo un manto de corrupción y sin el debido seguimiento y control. Al mismo tiempo, lo cierto es que estas ventas tampoco ayudaron a la Argentina a salir del endeudamiento y la dependencia, aunque en un principio se destinó parte de lo recaudado al pago de deuda, se siguieron tomando préstamos de manera irresponsable (pasando de un endeudamiento de 87.524 millones de dólares en 1994 a 166.272 en 2001).
*La reforma del Estado estuvo acompañada también de una fuertísima campaña publicitaria que logró legitimarla ante gran parte de la población. En el video se compilan algunos de estos spots.
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